Algunos verbos que duplican la -t- o la -l- son:
- Jeter (Lanzar)
- Répéter (Repetir)
- Feuilleter (Hojear)
- Compléter (Completar)
- Appeler (Llamar)
- Épeler (Deletrear)
- Renouveler (Renovar)
Vamos a conjugar dos de los verbos más usados de este grupo:
Jeter (jet-er):
- Je jette
- Tu jettes
- Il/Elle/On jette
- Nous jetons
- Vous jetez
- Ils/Elles jettent
Appeler (appel-er):
- J’appelle
- Tu appelles
- Il/Elle/On appelle
- Nous appelons
- Vous appelez
- Ils/Elles appellent
De esta manera vemos que las consonantes -t- y -l- se doblan en todas las personas excepto en la primera y segunda del plural.
En jette, jettes, jette, jettent, la última sílaba es muda: Se pronuncian como jet [ ʒˈɛt ].
En cambio, en jetons [ ʒətˈɔ̃ ] y jetez [ ʒətˈe ] sí que se pronuncia la última sílaba.
De la misma manera, apelle, apelles, apelle, apellent, se pronuncian como apel [ apˈɛl ]; mientras que en appelons y appelez también se pronuncian las últimas vocales: [ apɛlˈɔ̃ ], [ aplˈe ]. Fíjate que en este caso, la segunda persona del plural no se pronuncia como las demás, sino que la -e- entre la -p- y la -l- enmudece y la -e- de la terminación pasa a ser cerrada.
Por otra parte, como habíamos señalado al principio de este apartado, hay verbos terminados en -eler y en -eter que no siguen esta regla, sino que en su lugar, la -e anterior a la consonante -l- o -t- se convierte en -è. Algunos de estos verbos son:
- Peler (pelar)
- Geler (congelar)
- Acheter (comprar)
- Projeter (proyectar)
Vamos a conjugar dos como ejemplos:
Peler (pel-er):
- Je pèle
- Tu pèles
- Il/Elle/On pèle
- Nous pelons
- Vous pelez
- Ils/Elles pèlent
Acheter (achet-er):
- J’achète
- Tu achètes
- Il/Elle/On achète
- Nous achetons
- Vous achetez
- Ils/Elles achètent
De nuevo, la presencia de las terminaciones -ons y -ez crea la condición para que la e se pronuncie de manera abierta, por lo que no es necesario modificar la raíz del verbo para estas personas, a diferencia de lo que ocurre con las otras formas, donde la duplicación de la consonante o, en este caso, el cambio por la -è- es necesaria para mantener la pronunciación del sonido abierto de la e en la sílaba acentuada. Así, esta característica es una parte de la fonética y la ortografía francesas que busca mantener una consistencia en la pronunciación a lo largo de las diferentes formas verbales.